Ni el maestro Rubén Blades- que ha tenido más cuidados con este tema por su edad - se escapó de las garras del COVID-19.
El salsero panameño contó la experiencia de su esposa y la de él - sin saberlo- con este virus de la vaina. Blades relató que todo empezó en marzo de 2020. "Regresé de Austin a New York, cuando el tema del COVID-19 empezaba a ser considerado con más seriedad y urgencia por los servicios médicos. Teníamos una presentación programada en Panamá ese mes, patrocinada por la Autoridad del Canal de Panamá, que fue suspendida. Mi esposa Luba participaba en un musical en Broadway titulado, "The Girl from the North Country". Me había comentado a mi llegada, el día 11, que no se había sentido muy bien, que le había dado fiebre, tenia fatiga, y dolor de cabeza. Asumimos que NO era COVID porque no tenía tos, ni dolores en el pecho, ni problemas con la respiración. Cuando llamamos al hospital para que la examinara un médico y estar seguros, nos dijeron que no era necesario puesto que sus síntomas no incluían tos, ni una dificultad pulmonar", explicó.
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El 15 de marzo Luba perdió los sentidos del olfato y del gusto. Para tranquilizarla Blades le dijo que según su experiencia en Panamá, eso había pasado solo con gripes fuertes. Consultaron con médicos y les dijeron que esos síntomas, aunque raros, tampoco eran indicativos de COVID-19, que no tenían que preocuparse.
"A los 10 días de llegar a New York, el 21 de marzo, después de afeitarme no olía el agua de colonia. Esa noche, la comida me sabía a yeso gesso. 'Lo que tiene Luba ahora lo tengo yo', pensé. No me dio fiebre nunca, ni dolor de cabeza, ni fatiga, ni tos, nada, a Dios gracias, salvo perder el sentido del olfato y del gusto por cuatro semanas. Nunca me reporté a ustedes como afectado por COVID-19 porque durante el tiempo que escribí este "Diario de la Peste" no experimenté ninguno de los síntomas que los médicos describían como indicativos de la presencia del virus", comentó.
Imaginó que a mucha gente le habrá ocurrido lo mismo; se enfermaron y ni se dieron cuenta por ser asintomáticos. ¡Y así ocurre! Pero siempre asumió la posibilidad de estar afectado por algo, así que continuó usando mascarilla, mantuvo la distancia de otras personas y usó guantes esterilizados en las raras ocasiones cuando salió de la casa, y solo después de los días de su cuarentena voluntaria, "por si las moscas".
Pero... "Luba se hizo la prueba de anticuerpos y salió positiva, la primera vez hace meses, y la segunda vez, hace poco. Eso me indicó que por fuerza yo también debí haber contraído la COVID-19. Después de un año de la experiencia de la pérdida olfatoria y del sabor, la semana pasada me hice la prueba de anticuerpos. El resultado me lo entregaron ayer: positivo a COVID-19 y mi cuenta de anticuerpos esta en 0.26.1", dijo el salsero.
A él le dijeron que lo normal es 0.15, y que cualquiera con un registro superior a ese número está más protegido aún en caso de un nuevo contagio. ¡Anoten!
Sigue usando doble mascarilla, lavándose las manos, manteniendo distancia, respetando la salud de otros.
Sospechó porque la comida le sabía a yeso y no tenía olfato; el resultado de la prueba de anticuerpos se lo entregaron hace poco. Esta semana se vacuna.
Esta semana, o la próxima, me pondré la vacuna. La están administrando en farmacias ahora, y tengo una cerca de la casa. Hoy me pondré en la lista. Pregunté a doctores en NY y me dicen que cualquiera de las disponibles esta bien para mi edad.